Tras
muchas y largas conversaciones, traté de ser educada y sin intención de herir
la sensibilidad de nadie expuse mis argumentos…
…triste,
muy triste, es ver como el paso del tiempo a unos nos vuelve más comprensivos y
tolerantes; y a otros soberbios y magnánimos. Y muy a pesar mío, me hacen
sentirme pequeñita, insignificante, zarandeada, insultada…
Aquello
de juzgar todo (y cuando digo todo es todo) con la misma vara de medir, se
aplica a según que circunstancia, hecho o situación... Aquello de mirar todo (y
cuando digo todo es todo) en conjunto obviando detalles lastimeros, depende de
las personas, acciones u orígenes… Aquello de dudar de todo (y cuando digo todo
es todo) lo que nos cuentan, depende de a quién se lo hayan contado o dónde y
quién lo haya leído…
Menos
mal que la verdad absoluta sólo existe en el momento y sólo ella se conoce,
flacos favores le hacen los fieles defensores dispuestos a protegerla que
siempre existen, caballeros de estrechas miras, monturas hambrientas y lenguaraces
exactitudes.
La
humillación es la más ruin de las acciones que un humano puede llegar a infringir,
acompañada del menosprecio por el sencillo hecho de opinar y verbalizar la
misma realidad de diferente manera.

Así
que desde aquí, me declaro insumisa ante todos aquellos que pensando diferente
o parecido a mi, no sean capaces de dialogar, discutir o cambiar impresiones
sin mostrar un mínimo respeto por mi o mis opiniones.
Tolerancia: Respeto
a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o
contrarias a las propias.
Magnánimo: que actúa con grandeza
y elevación de ánimo.
Lenguaraz: deslenguado, atrevido en el hablar.
Humillación: acción de herir el amor propio o la dignidad de alguien.
Insumisión: falta
de sumisión. (Sumisión: sometimiento
del juicio de alguien al de otra persona).
Ególatra: culto, adoración, amor excesivo
de sí mismo.
Recalcitrante: terco, reacio, reincidente,
obstinado, aferrado a una opinión o conducta.