
Hoy
es el día de la Tierra… recuerdo a mi abuela separando la basura orgánica del
resto. Y ésta a su vez era minuciosamente escogida para dar de comer a las
gallinas, o los cerdos. Los pocos plásticos que se consideraban desechables
eran utilizados y reutilizados hasta casi su descomposición; y ni un papel
terminaba en el cubo de la basura… eran otros tiempos, lo sé (en ocasiones echo
de menos aquella sencillez). Hoy tiramos cantidades ingentes de comida a la
basura (sólo en ciertas partes del mundo); reutilizar una botella de plástico
está mal visto (en ciertos círculos)… hemos pasado de la reutilización natural
de los recursos al “usar y tirar”…
Si
cada uno de nosotros se planteara las repercusiones que a medio plazo pueden
tener sencillas acciones sobre el mundo que heredaran los nietos de nuestros
hijos, actuaríamos de otra manera. Es una cuestión de automatizar ciertos
comportamientos consumistas, reeducar o volver a la sencillez, lo podéis llamar
como queráis… Y esto no es una cuestión de ser ecologista o verde o… (seguro
que se os ocurren muchos más adjetivos); es una cuestión de conciencia, quizás
de actitud… “las cosas bien hechas, bien parecen” o aquello de “dejar el lugar
en las mismas o mejores condiciones de lo que os lo encontrasteis”… Y no digo
que la época actual no tenga su lado positivo, lo tiene y bien grande, pero
para mejorar no hace falta olvidarse de lo bueno de las anteriores (digo yo).
Vivimos en una sociedad consumista, que tiene su lado positivo, nos guste más o
menos todos consumimos y cada uno debe elegir el consumismo con el que se
identifica, o el que mejor cubre sus necesidades.

Así
que disfrutad del momento, atesorar las buenas enseñanzas de épocas anteriores
y transmitirlas, sacar el buen jugo de la presente y actuar en consecuencia…
Por
cierto, mañana es un día muy especial, el Día del Libro, aunque preferiría que
fuera el Día de las Palabras… disfrutad de él y obsequiarlas por doquier…