Que insignificante
puedo llegar a sentirme ante la grandeza con la que algunas personas actúan…
Que
insignificante puedo llegar a ser ante la grandeza de ciertos actos que lejos
de ser públicos, o pregonados a los cuatro vientos son tan especiales que pasan
desapercibidos para la mayoría de la gente…
Que
insignificante y que afortunada soy de ser consciente de que simplemente soy
una persona…
Intento
no guardar rencores, odios o resentimientos, ocupan sitio y mi sitio es finito
y prefiero utilizarlo mejor…
Intento
vivir el presente, disfrutarlo, aunque a veces el presente sea feo, duro o
doloroso (de todo se aprende, ¿no?)…
Intento
devolver la sonrisa a quien me sonríe y regalársela a quien la disfruta…
Intento
creerme que puedo desear, creer y luchar por los sueños que me mantienen niña…
Intento
no ser condescendiente, soberbia, maleducada, prepotente o pedante (entre otras
muchas cosas)…
Intento
valorar las pequeñas cosas, detalles que hacen que mi día no sea una burda
copia del anterior…
Intento
ser agradecida con aquellos que lucharon por mi, creyeron en mi, suspiraron por
mi, se preocuparon por mi, se sacrificaron por mi, renunciaron por mi…
Intento…
todos y cada uno de los días de mi vida, intento ser mejor persona, a veces lo
consigo y otras no… Soy consciente de muchos de mis errores, seguro que de
otros muchos no, y a veces tenerlos tan presentes impide que abra puertas y
ventanas… Intento que el miedo no me impida seguir intentando, aunque a veces
pierda pequeñas batallas ante él…
… sigo
intentando, esperando conseguirlo…