jueves, 6 de junio de 2013

No voy a rendirme, lo siento…


...lo siento... no voy a rendirme...

Los miedos levantan muros… ¿Cuántos miedos espantamos todos los días? ¿Cuántos muros dejamos crecer?

Buscamos motivos y fuerzas, a veces hasta las encontramos… otras la pereza, él qué dirán o el quedarnos del lado seguro de la puerta, pueden… ¿Cuántas oportunidades dejamos pasar por miedo a lo desconocido? A veces los caminos no tienen puentes, los saltos son largos y complicados, así que regresamos por el camino recorrido en busca (engaño vano) de un sendero que esconda un puente…

Los miedos levantan muros y quien espera desespera. Los miedos levantan muros y el que no llora no mama. Los miedos levantan muros y de donde no hay no se puede sacar… Si no preguntas la respuesta siempre será “no”; solo la oscuridad hace que disfrutes de la luz; los errores te hacen aprender; las traiciones te hacen más cauto; las mentiras fomentan tu incredulidad; la falta de humildad genera tu rechazo…

Y al final del día, cuando el sueño te va venciendo, cuando casi sin querer repasas las últimas horas, cuando recuerdas, cuando inventas tu vida… es entonces cuando sin querer descubres lo que realmente quieres, lo que realmente tienes, lo que realmente sueñas… y no creo que eso incluya la resignación, el conformismo… es posible que esté equivocada, aunque permíteme que lo dude. No hagas carcelera de tu rutina a la resignación. No te conformes con lo que tienes si no es lo que más quieres, no dejes que ese muro se levante sin plantar cara. A veces hay que empezar de cero no por ser valientes, ni por ser más felices, ni por ser los mejores, a veces hay que empezar de cero simplemente por ser honestos con nosotros mismos y porque nos lo merecemos…

...lo siento, no voy a rendirme...

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