...lo siento... no voy a rendirme...
Los
miedos levantan muros… ¿Cuántos miedos espantamos todos los días? ¿Cuántos
muros dejamos crecer?
Buscamos
motivos y fuerzas, a veces hasta las encontramos… otras la pereza, él qué dirán
o el quedarnos del lado seguro de la puerta, pueden… ¿Cuántas oportunidades
dejamos pasar por miedo a lo desconocido? A veces los caminos no tienen
puentes, los saltos son largos y complicados, así que regresamos por el camino
recorrido en busca (engaño vano) de un sendero que esconda un puente…
Los
miedos levantan muros y quien espera desespera. Los miedos levantan muros y el
que no llora no mama. Los miedos levantan muros y de donde no hay no se puede
sacar… Si no preguntas la respuesta siempre será “no”; solo la oscuridad hace
que disfrutes de la luz; los errores te hacen aprender; las traiciones te hacen
más cauto; las mentiras fomentan tu incredulidad; la falta de humildad genera
tu rechazo…
Y al
final del día, cuando el sueño te va venciendo, cuando casi sin querer repasas
las últimas horas, cuando recuerdas, cuando inventas tu vida… es entonces
cuando sin querer descubres lo que realmente quieres, lo que realmente tienes,
lo que realmente sueñas… y no creo que eso incluya la resignación, el
conformismo… es posible que esté equivocada, aunque permíteme que lo dude. No
hagas carcelera de tu rutina a la resignación. No te conformes con lo que
tienes si no es lo que más quieres, no dejes que ese muro se levante sin
plantar cara. A veces hay que empezar de cero no por ser valientes, ni por ser
más felices, ni por ser los mejores, a veces hay que empezar de cero
simplemente por ser honestos con nosotros mismos y porque nos lo merecemos…
...lo siento, no voy a rendirme...