domingo, 15 de abril de 2012

...sueños, sueños son...


... ... el tiempo parecía haberse confabulado y alargar el momento, las palabras se habían ahogado en sus bocas dejando paso a los besos, besos lentos, apasionados, pacientes… 

... el mundo había desaparecido, sólo estaban ellos… dejaron que sus cuerpos hablaran sin prisas, dejaron que el deseo se alimentara en cada uno de los manantiales del placer que se brindaban pletóricos… cada rincón de su piel fue mimado hasta el éxtasis… 

... el aire entre ambos estorbaba… fundidos en un remanso de placer erótico, disfrutaron de unas horas o quizás fueron unos minutos… la vida volvía a ellos en forma de sensaciones táctiles imposibles de describir… 

... la avidez desataba el apetito secreto por estar cerca, muy cerca… 

... los mordiscos cariñosos, la dulzura, los susurros, las palabras entrecortadas, los gemidos sordos precedieron al deseo atávico de abandonarse y se dejaron llevar…



… aún podía oler su cuerpo… Inés había salido al jardín. El riego estaba en pleno funcionamiento. El reloj marcaba una hora recién estrenada. Sólo quería sentir la frescura de la hierba en los pies. El sol comenzaba a desperezarse en el horizonte. Se sentó en el peldaño de las escaleras y cerró los ojos. Trataba de recuperar el aliento… minutos antes se había despertado desorientada y empapada en sudor… aturdida bebió un vaso de agua en la cocina y salió al exterior en un intento de volver a la realidad. No podía evitar ver las imágenes que había soñado. Estremecida, aspiro una gran bocanada de aire helado. Las escenas seguían agolpándose en su mente, no lograba colocarlas en el orden lógico… encendió un cigarrillo mientras tiritaba sin ser consciente de ello. Los ladridos del perro del vecino la devolvieron a la realidad.


- ...sólo es un sueño… nada más.- dijo en voz alta, mientras se incorporaba y regresaba a su soledad…

Entradas populares