Tras
muchas y largas conversaciones, traté de ser educada y sin intención de herir
la sensibilidad de nadie expuse mis argumentos…
…triste,
muy triste, es ver como el paso del tiempo a unos nos vuelve más comprensivos y
tolerantes; y a otros soberbios y magnánimos. Y muy a pesar mío, me hacen
sentirme pequeñita, insignificante, zarandeada, insultada…
Aquello
de juzgar todo (y cuando digo todo es todo) con la misma vara de medir, se
aplica a según que circunstancia, hecho o situación... Aquello de mirar todo (y
cuando digo todo es todo) en conjunto obviando detalles lastimeros, depende de
las personas, acciones u orígenes… Aquello de dudar de todo (y cuando digo todo
es todo) lo que nos cuentan, depende de a quién se lo hayan contado o dónde y
quién lo haya leído…
Menos
mal que la verdad absoluta sólo existe en el momento y sólo ella se conoce,
flacos favores le hacen los fieles defensores dispuestos a protegerla que
siempre existen, caballeros de estrechas miras, monturas hambrientas y lenguaraces
exactitudes.
La
humillación es la más ruin de las acciones que un humano puede llegar a infringir,
acompañada del menosprecio por el sencillo hecho de opinar y verbalizar la
misma realidad de diferente manera.
No
hay más ciego que el que no quiere ver, aunque siempre fue mucho más fácil
señalar la paja en el ojo ajeno e ignorar la viga en el propio… Seguramente mis
puntos de vista y argumentaciones ante la política, movimientos sociales,
reivindicaciones, injusticias, noticias, problemas laborales, educación,
principios morales, prioridades vitales… seguramente mis puntos de vista y
argumentaciones sobre la vida, en general, no son las mejores para muchos, ni
las mejores, ni las más adecuadas, ni las más inteligentes (¡y menos mal!) pero
son igual de respetables que las de todos los demás. Creo en principios éticos
y morales, creo en la palabra, creo en el ser humano, y soy muy consciente de
que estos sesgan mi realidad y mi forma de comprenderla, interiorizarla y
expresarla. Errando en muchas ocasiones sin dramatizarlo y reconociéndolo…
incluso, lo que es más importante (al menos para mi), sin utilizar esos errores
para levantar el dedo acusador en contra de otros, intentándolo al menos…
Así
que desde aquí, me declaro insumisa ante todos aquellos que pensando diferente
o parecido a mi, no sean capaces de dialogar, discutir o cambiar impresiones
sin mostrar un mínimo respeto por mi o mis opiniones.
Tolerancia: Respeto
a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o
contrarias a las propias.
Magnánimo: que actúa con grandeza
y elevación de ánimo.
Lenguaraz: deslenguado, atrevido en el hablar.
Humillación: acción de herir el amor propio o la dignidad de alguien.
Insumisión: falta
de sumisión. (Sumisión: sometimiento
del juicio de alguien al de otra persona).
Ególatra: culto, adoración, amor excesivo
de sí mismo.
Recalcitrante: terco, reacio, reincidente,
obstinado, aferrado a una opinión o conducta.