Ayer soñé…
me regalaron la luna…
Cuando
desperté apenas recordaba nada, mas las sensaciones encontradas que por
momentos afloraban a mí alrededor eran perturbadoras…
…mientras
trataba de mantener una conversación sin perderme en diatribas ridículas…
alguien llamó mi atención sobre algo que pasaba fuera… arrebatador, la luna se
erguía sobre la loma orgullosa del paisaje… la brisa fría del invierno acabado
entraba por la ventana… y mi sueño se desvaneció…
Claro,
tengo pequeñas pinceladas oníricas que no logro encajar en mi sueño, y una
percepción soñada, la intención no fue regalarme la luna sino levantarme de
aquella silla y alejarme de la conversación… (aunque una vez escrito no volveré
a pensar en ello).
Sensaciones
y sueños, curiosamente, ejercen sobre mi un poder que no logro controlar,
quizás ahí resida esa pequeña obsesión por recordarlos.
Los
sueños, sueños son. Algunos dirían que es el subconsciente que habla, pero es
una afirmación atrevida. No dejan de ser amalgama indisciplinada de recuerdos,
deseos, miedos, necesidades, apetitos, desconfianzas, esperanzas… no dejan de
ser nuestra vida dormida. Así pues, al igual que sufrimos y disfrutamos de
nuestra vida despierta hagámoslo de la dormida.
Ahora, sólo espero, que esta
noche Morfeo me regale el tiempo, mis sensaciones y sueños harán el resto.
Dulces
sueños.