lunes, 22 de abril de 2013

...libro viejo... libro nuevo...


¿Estamos cada vez más perdidos o es una sensación mía? Quizás la pregunta debería ser: ¿estoy cada vez más perdida o es simplemente una sensación? Todo parece complicarse a medida que la vida pasa, dejamos de disfrutar de las cosas sencillas…
Hoy es el día de la Tierra… recuerdo a mi abuela separando la basura orgánica del resto. Y ésta a su vez era minuciosamente escogida para dar de comer a las gallinas, o los cerdos. Los pocos plásticos que se consideraban desechables eran utilizados y reutilizados hasta casi su descomposición; y ni un papel terminaba en el cubo de la basura… eran otros tiempos, lo sé (en ocasiones echo de menos aquella sencillez). Hoy tiramos cantidades ingentes de comida a la basura (sólo en ciertas partes del mundo); reutilizar una botella de plástico está mal visto (en ciertos círculos)… hemos pasado de la reutilización natural de los recursos al “usar y tirar”…


Si cada uno de nosotros se planteara las repercusiones que a medio plazo pueden tener sencillas acciones sobre el mundo que heredaran los nietos de nuestros hijos, actuaríamos de otra manera. Es una cuestión de automatizar ciertos comportamientos consumistas, reeducar o volver a la sencillez, lo podéis llamar como queráis… Y esto no es una cuestión de ser ecologista o verde o… (seguro que se os ocurren muchos más adjetivos); es una cuestión de conciencia, quizás de actitud… “las cosas bien hechas, bien parecen” o aquello de “dejar el lugar en las mismas o mejores condiciones de lo que os lo encontrasteis”… Y no digo que la época actual no tenga su lado positivo, lo tiene y bien grande, pero para mejorar no hace falta olvidarse de lo bueno de las anteriores (digo yo). Vivimos en una sociedad consumista, que tiene su lado positivo, nos guste más o menos todos consumimos y cada uno debe elegir el consumismo con el que se identifica, o el que mejor cubre sus necesidades.

Muchos celebramos días especiales, en los que disfrutamos de cosas que no cubren necesidades básicas, pero si nos hacen sentirnos especiales. Los regalos de los cumpleaños, los detalles de agradecimiento, los fragmentos personales de aniversarios, días del padre, de la madre… aunque de los que más disfruto son los que celebran sin ningún motivo, simplemente son especiales en esencia…
Así que disfrutad del momento, atesorar las buenas enseñanzas de épocas anteriores y transmitirlas, sacar el buen jugo de la presente y actuar en consecuencia…

Por cierto, mañana es un día muy especial, el Día del Libro, aunque preferiría que fuera el Día de las Palabras… disfrutad de él y obsequiarlas por doquier…


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