domingo, 19 de agosto de 2018

Aludida, que no ofendida



Empiezo a estar algo cansada de tratar con absurdas personas que a pesar del paso de los años no han sido capaces de crecer. O a pesar de haber evolucionado, solo lo han hecho sus mediocres egos hinchados de aires de grandeza y verdades absolutas. Lo curioso de estas personas es que piensan que sus vidas ejemplares no pueden ser las protagonistas de las diatribas de otros, cuando sus propios discursos no son más que el reflejo de su deseo oculto de apropiarse de los logros y talentos de quien critican, la del vestido verde se ha instalado en su aparente evolución. Proclaman a los cuatro vientos, con “humildad” sus honradas vidas, olvidando, eso sí, sus orígenes o los hechos “vergonzosos” que podrían dar al traste con su actual imagen de generosidad y buen hacer. Presumen de palabra, aunque hace tiempo que esa palabra dejó atrás los hechos. Los indiscretos vocablos vertidos con fe y rectitud tiempo atrás, proclamando principios vitales, hoy se esconden tras términos menos humanos, menos respetuosos, menos justos, más egoístas, más cómodos, más farfulleros… Empiezo a estar algo cansada…
No me gusta nada reconocerme en estas palabras, pero me están envenenando, así que “escupidas” quedan, esperando que no sean demasiado víricas. Pido disculpas a todos aquellos que se sientan ofendidos y/o aludidos, era mi intención…

Claro, que después de lo escrito, alguien puede pensar lo mismo de mí… soy consciente de ello, y seguramente, en parte, tenga razón. El tiempo finito se ha instalado en mi vida con fecha de caducidad (no muy precisa, todo hay que decirlo). Y los que me conocen, llevan ya tiempo oyéndome decir que hago esfuerzos por los míos, por los que yo quiero, que yo elijo con quien paso mi tiempo… Tomé una decisión y dejé de hacer esfuerzos por aquello que no me interesaba, o por lo que era dañino para mí. Aunque si soy del todo sincera aún atesoro palabras, momentos, personas que merecen una sonrisa y un esfuerzo si pensara que no soy una “molestia”…

Por cierto, me doy por aludida, aunque no estoy ofendida, ni muchísimo menos. Ofender, ya solo me ofende quien tiene poder sobre mí ;)

Entradas populares